La relación entre Marruecos y el cine viene de lejos.
Numerosas son las películas rodadas en este país, algunas tan conocidas como Otelo (1952) de Orson Welles, El hombre que sabía demasiado (1956) de Alfred Hitchcock, Lawrence de Arabia (1962) de David Lean, La joya del Nilo (1985) de Lewis Teague, El cielo protector (1990) de Bernardo Bertolucci, La momia (1999) de Stephen Sommers, Gladiator (2000) de Ridley Scott, Babel (2006) de Alejandro González Iñarritu, Misión Imposible 5 (2015) ….
También se han rodado en tierras marroquís series de TV como El tiempo entre costuras, El Príncipe, la 3ª temporada de Juego de Tronos…
Y es que podríamos decir que Marruecos es un país de cine. Además del encanto y misterio que desprenden sus medinas y zocos en ciudades como Fez o Marrakech, posee una riqueza de paisajes enorme. Desde su verde norte (Chefchaouen «la ciudad azul», Tetuán…) hasta el desierto con dunas de dorada arena (dunas de Merzouga, dunas de Chegaga) en el sur, pasando por la llamada «Ruta de las mil kasbahs” (Ait Ben Hadu, Telouet, Taourit), oasis como el de Fint, palmerales inmensos como el Valle del Draa, gargantas como Todra o Dades, montañas como el Atlas o el Zaghro, costas como la atlántica (Casablanca, Essaouira, Ashila o El Jadida) en el oeste y la mediterránea en el norte (Tanger) con enormes y desérticas playas, parajes con montañas que desprenden una gran cantidad de colores, cañones en los que puedes imaginar la llegada de los indios apaches como si estuvieras en una película del Oeste… la variedad es grande.
Cuenta también con una ciudad Ouarzazate (llamada “el Hollywood de Africa”) que tiene tres estudios cinematográficos, dos de ellos visitables, así como un museo del cine.
Un país que no deja indiferente al amante de la fotografía, no podría pasar desapercibido para los directores de cine.
Por todo esto, podemos afirmar que Marruecos es un destino de película.
Conoce todos estos escenarios naturales y los estudios cinematogŕaficos en alguna de las rutas que te proponemos: Rutas por Marruecos